Este impresionante vídeo muestra el primer test de vuelo del cohete Falcon 9R. El test se realizó el pasado viernes en Texas y fue gravado por un drone. En las imágenes se puede ver la ignición y el ascenso del cohete y como, al llegar a unos 250 metros de altura, éste se para y realiza un descenso controlado hasta depositarse suavemente cerca del punto de lanzamiento.
El Falcon 9R, diseñado por la empresa norteamericana SpaceX, es un prototipo del que pretende ser el primer cohete lanzador reutilizable de la historia. En SpaceX trabajan, desde hace más de 10 años, para desarrollar cohetes que puedan ser recuperados y reutilizados después de cada lanzamiento. Para ello deberán demostrar que los ingenieros de la NASA se equivocaron cuando, en 1996, decidieron cancelar su programa de desarrollo de un vehículo lanzador reutilizable, el Delta Clipper.
Hasta la fecha los diferentes cohetes de los lanzadores espaciales han sido siempre de un solo uso, por lo que se convierten en chatarra después de ser utilizados. Según los fundadores de SpaceX, sus cohetes reutilizables permitirán abaratar de manera drástica los lanzamientos de sondas y satélites al espacio, reduciendo significativamente los costes de las futuras misiones espaciales.
A mí el vídeo me parece espectacular. El cohete muestra una estabilidad asombrosa, y sólo con una tobera!! Y aunque el viejo sueño de poder usar un mismo cohete para varios lanzamientos sigue estando lejos, el test del pasado viernes supone un hito en el desarrollo de esta tecnología.
De lo que no cabe duda es que la exploración espacial está entrando en una nueva era. Por primera vez desde que en 1957 la NASA y la Agencia Espacial Soviética se embarcaran en una frenética carrera para enviar hombres a la Luna, empresas privadas están desarrollando tecnologías y planificando misiones por si solas.
La aparición de estos nuevos actores, no tan sujetos a decisiones políticas y con la clara intención de generar beneficios económicos, promete transformar las reglas de juego. Algunos opinan que nos acercamos a la democratización de la exploración del espacio. Otros alertan de los peligros de poner tecnologías tan punteras en manos de inversores privados. Sea como sea, ya hay varias empresas avanzando en sus desarrollos, y parece que en pocos años podremos ver las primeras misiones privadas.