¿Passarola o Montgolfiere? La historia de la aviación tiene en el invento del primer aerostato una de sus polémicas más candentes. Hoy, cuando se cumplen exactamente 231 años del que es considerado por la mayoría el primer vuelo en globo de la historia, queremos recordar a los protagonistas de esta polémica.
Pero empecemos aclarando qué es un aerostato. La RAE lo define como “toda aeronave provista de uno o más recipientes llenos de un gas más ligero que el aire atmosférico, que le permite elevarse o permanecer inmóvil en el seno de este”. Así, los aerostatos incluyen los globos aerostáticos y los dirigibles. Si pensamos en cómo funciona un globo aerostático (sí, uno de esos de colores chillones, con cesta de mimbre y quemador) veremos que encaja perfectamente en la definición: el aire en el interior del globo pesa menos que el de fuera porqué está más caliente (al calentarlo con la llama del quemador disminuye su densidad), de manera que asciende por el principio de Arquímedes. Y es así como logramos elevarnos sobre la Capadocia o Empuriabrava, disfrutando de un plácido paseo sin saber que estamos volando gracias a un invento que tiene más de 230 años.
- Principio de vuelo de un globo aerostático
Hermanos Montgolfier
El 19 de septiembre del año 1783 amaneció muy movido en los alrededrores del Palacio de Versalles. El Rey Luis XVI y su séquito habían sido citados por dos hermanos, Joseph-Michel Montgolfier y Jacques-Étienne Montgolfier, para que presenciaran un invento revolucionario. Ante el estupor general, los dos hermanos empezaron a hincharon una inmensa bolsa de papel y lino con una llama. Pero… ¿qué tenía eso de ingenioso? Cuando la bolsa llegó a su máximo volumen, le prendieron en la parte inferior una cesta que contenía una oveja, un pato y una gallina. Luego soltaron las amarras y… ¡voilá! El globo se encaramó por el cielo hasta casi desaparecer. Aterrizó a más de tres kilómetros de distancia, con los animales sanos y, supongo, bastante confundidos.
Los hermanos Montgolfier eran hijos de un fabricante de papel y habían tenido la idea un día que, jugando, descubrieron que al poner bolsas de papel invertidas sobre el fuego éstas ascendían. A partir de ahí fueron experimentando con bolsas cada vez más grandes, hasta que esa mañana de septiembre del 1783 asombraron al mundo desde Versalles. Además, ese día lograron el permiso de Luís XVI para realizar pruebas con humanos. El 21 de noviembre de ese mismo año Pilâtre de Rozier y François Laurent, realizaron el primer vuelo tripulado de la historia. Volaron durante 25 minutos a una altura de unos 100 metros sobre París, logrando una distancia de nueve kilómetros.
- Vuelo del globo de los hermanos Montgolfier en Versalles
Los dos hermanos siguieron realizando vuelos con sus globos, a los que llamaron Montgolfiere, hasta lograr cruzar el Canal de la Mancha el 7 de Enero de 1785. Tiempo después, Jacques-Étienne recibió la condecoración de San Miguel y Joseph-Michel fue premiado con una pensión de 1.000 libras, en reconocimiento a su invento.
Pero… ¿fueron ellos realmente los inventores del globo? Quizás si retrocedemos casi un siglo y nos desplazamos 1.700 kilómetros al sur-oeste, podremos aclarar las dudas.
Bartolomeu Lourenço de Gusmão
Nos encontramos ahora en Lisboa, en el año 1709. El sacerdote jesuita brasileño, Bartolomeu Lourenço de Gusmão, ha convencido al Rey Juan V de Portugal para que le financie y le conceda el privilegio de patente sobre la invención de su “instrumento de andar por el aire”. El día 8 de agosto, después de varios ensayos sin público, Bartolomeu hizo la presentación oficial de su invento ante los reyes, los embajadores, el cuerpo diplomático, varios dignatarios religiosos y demás corte. El globo de papel, llamado Passarola, consiguió elevarse cuatro metros por encima del suelo, pasando a ser la primera experiencia pública registrada de un globo aerostático en la historia. Sin embargo, al poco tiempo el jesuita brasileño fracasó al intentar elevarse en su globo desde el Castillo de San Jorge, en Lisboa. Nunca más volvió a hacer una demostración pública.
Durante los siguientes años Bartolomeu, al que muchos pasaron a llamar el Padre Volador, fue ridiculizado y declarado socio del diablo por el Cardenal de Lisboa. En 1724 huyó a España perseguido por la Inquisición. Afectado de altas fiebres ingresó en el hospital de la Misericordia de Toledo, donde falleció a los casi 39 años de edad.
- Bartolomeu Lourenço de Gusmão junto a su globo Passarola
Epílogo
¿Cuál es entonces la conclusión? ¿Tiene razón la comunidad aeronáutica al reconocer a los hermanos Montgolfier como los inventores del globo aerostático? ¿Están en lo cierto los que opinan que fue Bartolomeu Lourenço de Gusmão el primero en conseguirlo? ¿O fueron los chinos cuando, 200 años antes de Cristo, elevaron pequeñas bolsas de papel calentadas por una llama para asustar a los enemigos?
Mi sensación es que suele ser muy difícil encontrar al ÚNICO y GENIAL inventor de algo. A pesar de que nos encanta personalizar, buscar héroes y recordar efemérides, la ciencia y la tecnología no suelen funcionar a trompicones. Lo normal es que diferentes personas vayan avanzando en el conocimiento, con contribuciones sucesivas que se suman hasta un resultado final. El globo aerostático, el avión, el submarino, la fregona,… nada de esto ha aparecido por arte de la inspiración de una sola persona. Celebremos pues la genialidad del ser humano, su capacidad de aprender y mejorar, sin perdernos en polémicas estériles.
Ah, y que nadie deje de experimentar la increíble sensación de dejarse llevar por la corriente a bordo de un globo aerostático, de colores chillones, con cesta de mimbre y quemador…
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