Leo la noticia y me emociono. Luego dudo y decido ponerme a investigar, pues suena tan bien que seguro que es un bulo de esos que corren por la red. Pero al ir recabando información la noticia crece y crece y, de repente, me descubro pensando que quizás sí, que las cosas pueden cambiar lentamente, o de golpe si lo que he leído fuera cierto.
¿Y cual es al maldita noticia?
Pues que se va a comercializar una potente batería para el uso doméstico, que permitiría almacenar energía en puntos de recarga específicos o usando energías renovables. De esta forma, millones de usuarios en todo el mundo podrían ser independientes de la red eléctrica, reduciendo su impacto sobre el medio ambiente y eliminando su factura de la luz.
Y lo más importante es que no se trata de un proyecto a largo plazo de un lunático desconocido. El hombre que está detrás de todo esto es Elon Musk, fundador de las empresas Tesla Motors y SpaceX, y asegura que las baterías están prácticamente listas para su comercialización y que se empezarán a fabricar en unos seis meses.
La empresa de Musk no ha dado aún información precisa sobre el producto que ha desarrollado, pero se especula que la batería será de hidrógeno y se podrá recargar mediante energías renovables (leer en bloomberg). Y la verdadera revolución vendría de la mano de la autonomía, pues es ahí donde los usuarios que ya han instalado placas solares o generadores eólicos en sus casas han fracasado.
Para entenderlo basta mirar las gráficas de la imagen de la derecha. La gráfica superior muestra (de manera simplificada) lo que le sucede actualmente a alguien que tiene paneles solares. Durante el día los paneles pueden llegar a generar tanta energía que exceda significativamente la demandada por la casa. Y dado que hoy por hoy no existe una manera eficiente de almacenar ese excedente, la única alternativa es volcarla a la red eléctrica o perderla. En cambio cuando no hay Sol los paneles no generan energía, de manera que se necesita estar conectado a la red para abastecer la casa. Hoy en día es fácil generar energía, pero no se puede almacenar eficientemente, por lo que siempre se necesita estar conectado a la red eléctrica. Por lo tanto, si el nuevo sistema soluciona este problema y es capaz de almacenar energía a gran escala, podrá llegar a mantenerse un hogar normal durante una semana con una sola carga.
La gráfica inferior muestra lo que se podría conseguir con unas baterías capaces de almacenar el excedente de energía del Sol. Durante la noche se podría usar dicho excedente, de manera que no se tendría porqué estar conectado a la red. Se puede entender, por tanto, que las baterías de Tesla permitirían que el abonado sea autónomo en la producción y gestión de su electricidad doméstica para abandonar su dependencia de las compañías eléctricas.
Elon Musk nos señala el futuro
Elon Musk, fundador de Tesla Motors, ha liderado la innovación en automóviles eléctricos durante la última década. Su reciente Model S sedan, 100% eléctrico, ha revolucionado el mercado de coches de lujo y ha demostrado que se puede avanzar hacia una independencia real del petróleo.
Pero su cruzada viene además cargada de coherencia. Y es que, en un acto sin precedentes en la industria occidental actual, ha liberado sus patentes para fomentar la generalización de esta importante tecnología. “El futuro está en los coches eléctricos y no me da miedo la competencia”, asegura Musk.
Ahora, su promesa de poner en el mercado estas revolucionarias baterías de uso doméstico, amenaza con hacer añicos las reglas del juego del complejo entramado empresarial de las compañías suministradoras de electricidad. Aunque parece que en EEUU el anuncio no ha sido mal recibido por las compañías, pues en ciertos estados, como California, los problemas crecientes de saturación de las redes se podrían ver aliviados por las baterías de la empresa Tesla Motors.
España: trabas y más trabas
En España, la posibilidad de que el consumidor pueda autogenerar su propia energía ha tenido desde hace años muy preocupados a los principales actores del sector energético, un lobby de poder con gran influencia en las altas esferas políticas y económicas del país (para informarse sobre el tema, recomiendo ver el capítulo de Salvados sobre el oligopolio de las eléctricas).
No en vano, fueron los impulsores del llamado impuesto al Sol, un peaje de respaldo que el Gobierno de Mariano Rajoy incluyó en la propuesta del Real Decreto de Autoconsumo (no aprobado aún). En caso de aprobarse, se trataría de una tasa que los usuarios de sistemas de autoconsumo tendrían que pagar, siempre que estos estuviesen conectados a la red, para colaborar a su mantenimiento.
En palabras llanas, el impuesto implica que hay que pagar a las compañías eléctricas incluso si uno se genera su propia energía, simplemente por usar su red (que es, en realidad, una red pagada por los ciudadanos con los impuestos en la época en que las eléctricas pertenecían al estado).
El impuesto levantó en su momento mucha controversia, e incluso la propia Comisión Nacional de la Energía pidió su eliminación por considerarlo discriminatorio para los que producen su propia energía y por hacer totalmente inviables los proyectos de autogeneración.
Por lo tanto, es fácil imaginar que la noticia de la próxima comercialización de las baterías de Tesla habrá puesto los pelos a más de uno en el sector. Y no hay duda de que se ejercerán fuertes presiones sobre el Gobierno para que dificultase su entrada y acceso en nuestro país.
En otros países de Europa, como Alemania, Holanda o Dinamarca, las instalaciones de sistemas de autoconsumo basados en energías renovables, que serían las que más provecho podrían sacar de estas baterías domésticas, están reguladas de forma favorable para el consumidor. El sistema usado, llamado de balance neto permite que los consumidores que cuenten con una pequeña instalación de energía solar o eólica puedan verter a la red eléctrica el exceso de electricidad producida y a cambio reciban un bono para consumirla cuando la necesiten (recordar lo que explicamos de gráfica superior de la figura anterior).
En España este esquema ha sido demandado por muchos usuarios y organizaciones de consumidores, pero no ha podido ser aprobado por la negativa constante de las eléctricas.
Por tanto, parece que nos queda mucho camino por andar hasta lograr una verdadera capacidad de autogenerar nuestra propia energía. Primero habrá que ver si las expectativas generadas por el anuncio de la empresa Tesla son justificadas. Para ello deberemos conocer aspectos técnicos importantes de las baterías tales como: funcionamiento, capacidad de carga, precio o vida útil.
Pero incluso si su funcionamiento es el prometido, su introducción en las casas españolas no será nada fácil. Para ello los ciudadanos deberemos librar una batalla contra el oligopolio energético y unos gobiernos entregados a las multinacionales. ¿Quien se apunta?
Tags: consumo responsable, energías renovables