En las cálidas aguas tropicales de Bali un especímen macho de pulpo manta (Tremoctopus violaceus) se desplaza lentamente a un par de metros de la superficie. Busca a una hembra para aparearse, como casi todos. Cuando por fin encuentra una se acerca hasta situarse a su lado. Sabe que no necesita hacer ningún baile especial ni desplegar colores espectaculares para cortejarla. En realidad sabe que la hembra probablemente ni se ha percatado de que está ahí…
La imagen me hace pensar en una noche que pasé en una discoteca del centro de Copenhague. Había muchas chicas guapas. Rubias, modernas, sexis… pero, sobretodo, muy muy altas. Me sentí diminuto, enano, canijo, retaco, invisible.
Ahora sé que podría haber sido peor. Nuestro amigo, el pulpo manta macho, mide unos pocos centímetros y la hembra puede llegar a los dos metros. ¡Unas 70 veces más grande! “La diferencia es tan abismal que un macho cabría en la pupila de una hembra,” comenta Tom Tregenza, biólogo de la Universidad de Exter (Inglaterra) que en 2002 encontró el primer espécimen de pulpo manta macho vivo. Si los comparamos en peso aún impresiona más: la hembra pesa 10.000 veces más que el macho.
¿Raro? Sí, pero no tanto…
Pulpos manta macho (izquierda) y hembra (derecha). La hembra puede llegar a ser hasta 70 veces mayor que el macho, por lo que, claramente, las imágenes no están a escala. Fuente: Exeter University
Dimorfismo sexual
En realidad hay muchas especies de animales en las que hay importantes diferencias de fisonomía externa (forma, coloración o tamaño) entre machos y hembras. Dichas diferencias se conocen como dimorfismo sexual.
Hembra (izquierda) y macho (derecha) de Argiope appensa. Fuente: Sanba38
Los machos de las famosas aves del paraíso, por ejemplo, han desarrollado plumajes muy exuberantes para ser más atractivos y aumentar así sus posibilidades de aparearse. En el caso de algunas especies de arañas, las hembras son más grandes que los machos y pueden llegar a practicar canibalismo sexual.
Lo más interesante es que cada tipo de dimorfismo sexual ha aparecido por unas razones evolutivas concretas. ¿Cuál es, entonces, la razón para la increíble diferencia de tamaño del pulpo manta?
“Creo que los machos son pequeños porque no tienen ninguna razón real para ser grandes”, explica Tregenza. “Las hembras tienen una razón evidente. En muchas especies las hembras suelen ser mayores porque así pueden albergar más huevos o crías, y cuantos más huevos o crías tienes, más probabilidades de que tus genes lleguen a la siguiente generación.”
En cambio, cuando los machos deben pelear entre ellos para fecundar a una hembra, el tamaño sí pasa a ser importante. En estos casos los machos suelen ser del mismo tamaño o mayores que las hembras, simplemente porque ya no pueden permitirse el ser diminutos.
Pero no nos desviemos. Recuperemos a nuestro protagonista, que espera flotando paciente al lado de una hembra de pulpo manta para enseñarnos de que curiosa manera se aparean los de su especie. Mientras procede, le pedimos a Tom Traganza que nos explique lo que sucede. “El pulpo manta deposita todo el esperma que tiene en un tentáculo adaptado. Luego dicho tentáculo se desgarra del cuerpo del macho, para introducirse y trepar por una cavidad especial de la hembra.”
Ahí, el tentáculo cargado de esperma puede encontrarse con otros tentáculos de otros machos, pues la hembra los retiene ahí hasta que los necesita. “Guardará los tentáculos en su interior y, cuando esté preparada, los estrujará para rociar los huevos con el esperma como cuando se rocía salsa de soja sobre el arroz,” concluye Tregenza. Una curiosa manera de explicarlo, ¿no?
Tristemente, las cosas no acaban tan bien para el macho. Una vez ha cumplido su acometido, muere mientras su esporádica amante sigue en busca de otro diminuto tentáculo en el vasto océano.
Para mí, lo interesante de esta sorprendente historia de amor es precisamente que nos parezca tan sorprendente. A medida que avanzamos en el conocimiento de nuestro entorno nunca dejamos de encontrar criaturas imposibles y comportamientos antinaturales, pero esto es sólo porqué todo lo pasamos por el filtro de “lo humano”. La realidad, sin embargo, es que a la naturaleza no le preocupa que algo nos parezca extravagante o no. Simplemente es. ¡Naturalmente!
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Por cierto, para aquellos que os preguntéis porque se llama pulpo manta al pulpo manta, aquí hay un vídeo que puede ayudaros a entenderlo:
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